La piel y sus funciones
La piel no sólo constituye la capa visible que recubre el cuerpo. Se trata de un órgano de gran extensión que resulta imprescindible para el ser humano.
La fisiología
de la piel remite al órgano más grande del cuerpo: La piel constituye
una porción importante del sistema tegumentario, que también consiste en
estructuras accesorias tales como pelo, uñas, sudor y glándulas sebáceas.
En conjunto,
los componentes del sistema tegumentario proporcionan una primera línea de
defensa, ya sea contra el ataque químico o de microorganismos, el impacto
físico o la abrasión. Este sistema también proporciona las estructuras
sensoriales para la detección del tacto, la presión, el dolor y la
temperatura.
Está compuesta por tres capas:
- ·
Epidermis.
- ·
Dermis.
- ·
Hipodermis.
Epidermis
La epidermis
es la capa más externa de la piel. Está compuesta principalmente por
queratinocitos, melanocitos, células de Langerhans, células de Merkel y nervios
sensoriales. Está formada por cinco subcapas que trabajan juntas para
reconstruir continuamente la superficie de la piel.
·
La capa de células basales.
·
La capa de células escamosas.
·
El estrato granuloso.
·
El estrato lúcido y el córneo
La dermis se
encuentra debajo de la epidermis y es la más gruesa de las tres.
Regular la
temperatura y suministrar nutrientes a la epidermis. Esto se debe a que la
epidermis carece de capilares sanguíneos por lo que depende de la irrigación
sanguínea de la dermis. La función termorreguladora se debe a que dicha
irrigación puede contraerse por vasoconstricción si hace frío y expandirse por
vasodilatación si hace calor.
Gran parte del
suministro de agua del cuerpo se almacena dentro de la dermis. Esta contiene
los vasos sanguíneos y linfáticos, los folículos capilares, las glándulas sudoríparas
y las glándulas sebáceas, así como los extremos nerviosos, el colágeno y la
elastina.
La dermis se
compone de dos subcapas:
- ·
papilar
- ·
reticular
Hipodermis
La hipodermis
es la capa más interna de la piel y consiste en una red de células de grasa y
colágeno. Actúa como un aislante, conservando el calor del cuerpo, y como un
amortiguador protegiendo los órganos internos. También almacena grasa como una
reserva de energía para el cuerpo.
Los vasos
sanguíneos, los nervios, los vasos linfáticos y los folículos capilares también
atraviesan esta capa. El grosor de la capa subcutánea varía en todo el cuerpo y
de persona a persona.
Funciones de la piel
En la
fisiología de la piel resultan muy importantes la homeostasis y la protección
de los tejidos más profundos.
Las Funciones
homeostáticas de la piel son:
- ·
Regulación de la temperatura.
Como se conoce,
la temperatura corporal es demasiado alta, las glándulas sudoríparas ecrinas
secretan sudor acuoso, que luego se evapora, enfriando la piel.
Los
capilares sanguíneos en la piel se dilatan para permitir que la sangre más
caliente de los tejidos más profundos libere su calor a través de la piel.
Cuando la temperatura corporal es demasiado baja, los capilares sanguíneos de
la piel se contraen para evitar que la sangre caliente de los tejidos más
profundos pierda su calor a través de la superficie de la piel.
- ·
Regulación del agua.
Los
glicolípidos y la queratina en las capas superiores de la piel impiden que la
piel se seque y previene la pérdida de agua del cuerpo en general.
- ·
Regulación de desechos.
Parte de los
desechos nitrogenados (urea y ácido úrico) se excretan por las glándulas
sudoríparas.
Síntesis de
vitamina D. La vitamina D es fabricada por la piel y se necesita para absorber
el calcio en el sistema digestivo.
- ·
Función de protección
Protección
física. La queratina endurece las células y ayuda a prevenir el desgarro.
Los receptores
de presión ayudan a evitar que el organismo se dañe a sí mismo.
Las células
grasas en la capa subcutánea amortiguan estructuras más profundas.
Los receptores
de temperatura y dolor ayudan a prevenir el daño térmico de superficies o
sustancias calientes o frías.
- ·
Protección química
Las células
queratinizadas son resistentes al daño de los ácidos y las bases.
En segundo
lugar, los receptores del dolor advierten al organismo de la presencia de
sustancias químicas nocivas en la piel.
Cuando no está
dañado, el tegumento es una superficie continua que impide la entrada de
bacterias en el cuerpo. El sebo ácido producido por las glándulas sudoríparas
ecrinas ayuda a inhibir el crecimiento bacteriano. Si los patógenos entran en
la dermis, los fagocitos residentes engullen y destruyen las sustancias
extrañas antes de que puedan invadir los tejidos más profundos.
- ·
Protección de la irradiación solar
La melanina de
la superficie de la piel ayuda a evitar que la radiación ultravioleta dañe las
delicadas estructuras subyacentes.
En resumen…
La piel es una
estructura compleja que desempeña funciones muy importantes en el organismo,
más allá de lo estético. Está compuesta por diferentes capas y se complementa
con folículos pilosos, vasos sanguíneos, melanocitos, células y glándulas
sebáceas.
Cumple muchas funciones en cuanto al bienestar, pero la más importante es la de barrera protectora contra diferentes agentes patógenos que representan un riesgo para la parte interna del cuerpo. Sorprendente, ¿no?
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